Amandine Creusot: La Tornade del motociclismo femenino

Amandine Creusot, conocida en el mundo del motociclismo como 'La Tornade', comparte su trayectoria y experiencias en el apasionante mundo de la moto. Desde pequeña, Amandine fue una niña activa y deportista, aunque su familia no estaba muy involucrada en el motociclismo. Sin embargo, sus padres tenían motos y un sidecar, lo que le permitió disfrutar de paseos en moto en su infancia. Fue a los 25 años cuando decidió obtener su licencia de moto, inicialmente por razones prácticas, pero pronto se dio cuenta de su pasión por la velocidad.

Su primera moto fue una sencilla 650 Bandit, y comenzó a rodar con amigos, disfrutando de la velocidad. Sin embargo, la realidad de los accidentes la llevó a cambiar de rumbo y probar en circuitos, donde encontró un ambiente más seguro para explorar su pasión. La oportunidad llegó cuando un compañero le sugirió competir, y así comenzó su carrera en el motociclismo. Amandine compró una moto de pista y, en su primer campeonato, alcanzó un notable cuarto lugar.

A medida que avanzaba en su carrera, Amandine se dio cuenta de que tenía un talento natural para el motociclismo a pesar de su pequeño tamaño, lo que le brindaba una ventaja en la pista. Se especializó en carreras de resistencia, eligiendo esta disciplina porque sentía que podía aportar más que en las carreras de velocidad, donde a menudo se sentía frustrada por no poder mostrar todo su potencial en los arranques. En las carreras de resistencia, encontró un sentido de comunidad y camaradería que valora profundamente.

Amandine destaca que, como mujer, tiene una percepción más aguda de los movimientos de la moto, lo que le permite diagnosticar problemas mecánicos y prevenir fallas futuras. Esta intuición se considera un gran activo en su equipo, donde la comunicación y el entendimiento son cruciales. Sin embargo, también menciona que encontrar una moto adecuada para todos los miembros del equipo puede ser complicado, ya que las necesidades de hombres y mujeres pueden diferir significativamente.

El camino de Amandine hacia el éxito no ha sido fácil. Ha tenido que superar numerosos obstáculos, incluidas lesiones y condiciones climáticas difíciles. Sin embargo, ha aprendido a mantenerse positiva y enfocada en encontrar soluciones a los problemas. Es una firme creyente en la perseverancia y el trabajo duro, inspirándose en figuras femeninas del motociclismo que le han abierto el camino.

En su equipo AG Racing Team, fundado con su compañero Gabin, Amandine ha establecido metas ambiciosas y planea seguir luchando por alcanzar el podio en futuras competiciones. Su historia es un claro ejemplo de cómo las mujeres pueden sobresalir en un mundo predominantemente masculino, y un recordatorio de la importancia de la perseverancia y la autoconfianza en la búsqueda de los sueños motorizados.