SW-Motech ha hecho una Harley-Davidson de competición

A la americana

La firma de accesorios SW-Motech ha cogido una Harley-Davidson Road Glide ST y ha hecho de ella una moto de carreras lista para competir siguiendo las exigencias del campeonato King of the Baggers.

Todos sabemos que las motos bagger, donde más triunfan, es en paí­ses como Estados Unidos. Por eso mismo no es casualidad que sean marcas como Harley-Davidson o Indian las encargadas de tenerlas en sus filas. Tienen tanto éxito que hasta existe una competición para ellas solas, la King of the Baggers, una de esas carreras surrealistas que nunca habrí­amos imaginado si no fuera gracias a la excentricidad americana.

Pero hay otro sitio donde las motos bagger también llaman poderosamente la atención: Francia. Y por eso ha sido precisamente allí­ donde la marca alemana de accesorios SW-Motech se ha puesto manos a la obra para dar forma a su propia King of the Baggers. En Europa no hay carreras de motos baggers pero, si las hubiera, aquí­ ya tenemos una firme candidata para situarse en los primeros puestos de la parrilla de salida.

SW-Motech Francia puso en marcha este proyecto a comienzos de 2023 y este verano ya ha ido enseñando su moto en diferentes eventos y concentraciones. Lo primero que hay que decir es que para darle forma han seguido las reglas del campeonato King of the Baggers, por lo que se ajusta a la normativa de competición estadounidense.

Para comenzar con esta aventura tomaron como base una Harley-Davidson Road Glide ST 2022 y el equipo se sirvió de la ayuda de socios de diferentes ámbitos expertos en piezas de motos de alto rendimiento. Vincent Arnoult de Parts Europe y Drag Specialties guiaron la construcción del moto, mientras que Christophe Roussilhes, especialista en suspensiones PFP í–hlins, Etienne Bocard, especialista en frenos Beringer, y Antoine Arcaro, especialista en neumáticos Metzeler, aportaron su sabidurí­a y experiencia desde sus respectivos campos.

El motor era lo primero que habí­a que poner apunto, y para ello se recurrió a un kit de cilindros y pistones S&S 131, a un nuevo árbol de levas, nuevas válvulas, balancines e inyectores, así­ como a una nueva bomba de aceite S&S. Unas cosas con otras, el equipo estima que ahora es capaz de ofrecer un 46% más de potencia, pasando de sus originales 97 CV a unos nuevos 140 CV. El par también se ha incrementado, pasando de 160 Nm a 216 Nm. A las nuevas prestaciones del motor también se une una transmisión mejorada, con un kit de embrague reforzado Barnett Scorpion y una caja de cambios Baker de 7 velocidades.

La parte ciclo, por su lado, cuenta ahora con una llamativa horquilla delantera í–hlins FGR 250 y amortiguadores traseros í–hlins HD 044, llantas de aluminio mecanizadas Slyfox de 17” calzadas con neumáticos slicks Metzeler Racetec RR, un sistema de frenos firmado por Beringer, y a todo ello se suman mejoras como un basculante mecanizado Alloy Art y una ligera baterí­a de litio BS. Dado que se trata de una moto de competición, el equipo que la llevó a cabo eliminó el sistema ABS.

Cuando la moto estaba lista, o al menos en la teorí­a, hací­a falta que alguien se pusiera a sus mandos para hacer que todo funcionase. El encargado fue el piloto francés del WSBK Lucas Mahias y lo hizo en el High Side Ride Festival de Francia. Allí­ la prueba se convirtió en un auténtico espectáculo para el deleite del público asistente.

Desconocemos si hay otras creaciones tipo King of the Baggers en Europa, posiblemente las haya, pero no estarí­a mal que otros preparadores se animaran a seguir el ejemplo de SW-Motech Francia porque disputar aquí­ este tipo de carreras tan diferentes, a las que no estamos acostumbrados, seguro que serí­a todo un éxito.