Aventura en moto por las Badlands y Black Hills de Dakota del Sur

Ride de motocicleta de Dakota del Sur: Explorando las tierras Badlands y Black Hills

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El viaje en motocicleta a través de Dakota del Sur, explorando el Parque Nacional Badlands y Black Hills, se presenta como una experiencia única que combina la aventura y la conexión con la naturaleza. El autor y su compañero de viaje, Howard, optan por motocicletas dual-sport, específicamente una Honda CRF300L y una Suzuki DR-Z400, que son ideales para las variadas condiciones de la ruta. A pesar de las inclemencias del tiempo, los dos moteros se embarcan en un viaje lleno de paisajes impresionantes, fauna salvaje y carreteras desafiantes.

Comenzando en Nebraska, la ruta los lleva a través de la Ruta 83 hacia Dakota del Sur, pasando por la reserva india Rosebud y llegando al Parque Nacional Badlands, donde la belleza natural se entrelaza con la historia. El lugar es conocido por sus formaciones geológicas únicas y su vida salvaje, que incluye bisontes y ovejas bighorn. El autor destaca la importancia de mantener la velocidad dentro de los límites publicados y estar atentos a los animales en la carretera, ya que representan un riesgo.

Durante su estancia, se alojan en el Badlands Hotel & Campground, que brinda todas las comodidades necesarias para los moteros, permitiéndoles disfrutar de un merecido descanso tras un día de exploración. Al día siguiente, el viaje continúa por las carreteras de grava y pavimento del parque, donde se aventuran por zonas menos transitadas, disfrutando de paisajes abiertos y la soledad que ofrecen.

A medida que exploran, se topan con condiciones cambiantes en la carretera, lo que les obliga a ser flexibles con su itinerario. A pesar de enfrentar tormentas y lluvias, logran disfrutar de la belleza del Monumento Nacional de la Torre de los Diablos y la zona de Black Hills. La experiencia se enriquece al recorrer el Bosque Nacional de Black Hills, donde pueden elegir su propia aventura, evitando áreas con barro y explorando caminos escénicos.

El viaje culmina en una serie de paradas notables, incluyendo el famoso Monte Rushmore, donde la escala y grandeza del monumento superan las expectativas. La aventura finaliza con una visita a Carhenge, una curiosa recreación de Stonehenge hecha de automóviles viejos, que añade un toque singular a su recorrido.

A lo largo de este viaje, el autor reflexiona sobre la importancia de la adaptabilidad y el disfrute del camino, enfatizando que, aunque el viaje no fue exactamente como lo planearon, las experiencias vividas en la ruta son las que realmente cuentan.

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